Des-Recuerdos de Cuba.

foto de Ariel Romero

escrito por Ariel Romero (1/8/2010)

En verdad no sé si es porque en Cubanos Todos en FB estaban pidiendole a los fan que escribieran sobre lo que extrañaban de Cuba o que ya voy llegando a los 16 años que salí de mi tierra o, quizás, puede ser la edad; me he puesto a recordar mi vida en Cuba.

Yo siempre celebro el 16 de Junio, mi llegada a este país, con una comida: chicharo, arroz y tortilla. En estos 15 años no he fallado un aniversario rindiendole homenaje a «los tres mosqueteros» con los cuales se alimentó mi generación. Después, a principio de los 90’s,  ibamos a extrañar esta dieta, cuando hizo su aparición el picadillo de soya y la masa cárnica como se le decía en los medios oficiales y que era conocida por la población como pasta de oca. Yo me reía mucho con un amigo mío, que confundiendolo todo, hablaba del «picadillo de avestruz».

De esa época, con lo que más yo me divertía y lloraba, era con las «croquetas explosivas». Hicieron su aparición, un día, en las carnicerías de barrio y todos, contentos, las llevamos a la casa para freirlas. Al principio, mientras el aceite o la manteca se iba calentando, no se diferenciaban mucho de las croquetas normales, pero cuando aquello cojía temperatura empezaba: ¡PAT, PAT, PPAATT! y las croquetas con el aceite volando por toda la cocina. Yo me acuerdo a mi abuela gritando:
– ¡Ponle la tapa! ¡Ponle la tapa! – para tratar de minimizar los daños, porque mi primera reacción fue ponerme una cazuela en la cabeza a modo de casco. El resultado final era la croqueta abierta, sin ningún relleno y la cubierta quemada. Estas son las horas que todavía me estoy preguntando:
¡¿Con qué diablos estaban echas  esas croquetas?!.

Otros de mis recuerdos son los ventiladores. En el 79 o 80 se vendieron unos ventiladores blancos de plástico. Recuerdo la fecha porque yo estaba en 11 grado, y en el libro de historia de Cuba, en una foto de una manifestación estudiantil en contra de Machado en los años 30’s, se veía toda la calle San Lazaro llena de estudiantes, un gracioso le había puesto a la foto por nombre, arriba, «La cola de los ventiladores». De ese tamaño fueron las colas para comprar aquellos ventiladores.

En mi casa habían dos ventiladores, uno de marca Philco y el otro, Westinghouse, por supuesto, de antes del 59. Aquellos dos héroes, parece que de tanto trabajar, ya no había quien les levantara la cabeza, parecían niños regañados. Por suerte en mi casa nunca faltaron libros y dada la necesidad se empezaron a usar para un fin menos culto que el de la lectura. Se ponían los libros debajo de la barbilla de los ventiladores para lograr el nivel deseado.

Yo hice un ventilador con el motor de una lavadora rusa «Aurika». Conseguí unas paletas de un aire acondicionado viejo y le hice una base de madera con las puntillas y la madera de un mueble viejo. ¡Aquello impresionaba! La primera vez que lo usé, después de una hora para acostumbrarme al ruido del motor, me quedé dormido, para levantarme a media noche y ver que el ventilador andaba por la sala. La vibración lo hacía caminar solo. Después de probar muchos métodos para que no se moviera, entre ellos amarrarlo a la pata de la cama, pero aquello parecía un papalote sin control, me dieron la solución, alguien que le había pasado lo mismo, ponerlo arriba de una colcha de limpiar piso.

Lo otro que me viene a la memoria son los refrigeradores. Cuando uno los abría veía el congelador chiquitico y cuadradito en la esquina superior derecha y al lado, un espacio, donde casi siempre se ponía la jarra del agua. Eso eran los dos espacios que se ocupaban del refrigerador permanentemente, el congelador para hacer hielo y el espacio de al lado para el agua por lo que se ganó el apodo del «coco», blanco por dentro y solo tiene agua.

En Cuba se usaba mucho unas jarras para el agua que eran plásticas y redondas, de colores vivos, como un cilindro puesto de canto. Aquellas jarras con el tiempo se rajaban y recuerdo haber visto muchas con espadadrapos en sus heridas con lo cual los dueños trataban de lograr un imposible, que el agua no se saliera por esas rajaduras. Por eso, cuando empezaron las Diplos, hubo una gran demanda de pomos plásticos donde se embasaba el refresco como sustitución de las adoloridas jarras.

Cuando yo llegué a este país no botaba ni un embase, ni una bolsa plástica. Los acumulaba en el gabinete de mi cocina. Los pomos los tenía por tamaños y las javitas, organizadas según la tienda y colores. En el efficency donde vivía, desde la cama se veía la cocina, y yo me acostaba con las puertas de la alacena abiertas para contemplar mis tesoros. Todo hubiera seguido así y no me hubiera dado cuenta de lo traumatizado que estaba, si después de una noche de pasión con una muchacha que asistía conmigo al English Center, abrí mis gabinetes de cocina y me acosté al lado de ella para disfrutar mi colección. Cuando ella vió mi estado de éxtasis, se levantó, se vistió y hasta el día de hoy porque ni al English Center volvió.

Si ella lee esto, solo quiero decirle, que ya superé el trauma y que espero que ella, si le causé alguno con mi colección, lo haya superado también. Lo único que me queda es que todavía sigo fregando y rehusando los cubiertos, platos y vasos desechables. Espero que en 16 años más pueda superar esto también.

10 respuestas

  1. ¡Como te has perdido cosas, loco! (Así se dicen ahora aquí los pepillos unos a otros: loco) Los ventiladores y los refrigeradores los cambiaron (por unos chinos que también tienen su cosa, pero al menos son nuevos) Los chícharos están por la libre en la bodega, las croquetas ya no explotan, pero todavía no sabemos de qué son, y hay un ejército de gente que recicla los pomos plásticos y las laticas para venderlos en las tiendas de materia prima. Todo muy ecológico.

    • Si, Paco, me he perdido muchos logros de la revolución cubana (por suerte). Eso que me has dicho del chicharo me ha sacado las lágrimas. Paradójicamente, la liberación del chícharo (bueno, no la liberación, porque si lo hubieran liberado ya lo tuvieramos por aquí, por Miami) poner el chícharo por la libre más que un signo de abundancia es un signo de que no se podía cubrir la cuota de la libreta.
      Pero, no importa, firme y adelante que en 50 años más ponemos los frijoles colorados por la libre.
      Ariel

  2. Cuando salí en el 2007 ya habíamos llegado a la etapa de la nostalgia sin retorno:
    -¿Te acuerdas del chicharro, del café mezclado y la pasta de oca?
    -Muchacho. ¡acaba de comerte la hierba y no sueñes más!

  3. jajaja. Esta muy bueno Luzmaria. En mi época corría el siguiente chiste:
    -¿Tu crees que el mes que viene vengan los fósforos a la bodega?
    – No estes soñando y sigue dandole a las dos piedras a ver si sale chispa.
    jajaja.

  4. Hoy es Junio 16 yAriel cumple 16 años, debe estar comiendo arroz, chicharos y tortilla para celebrar.
    Anita

    • Ani:
      No le hagas caso a Gilber. Eso mismo que dijiste es lo que voy a comer hoy, tu sabes que es mi comida para celebrar la llegada a este país. Ya hacen 16 años. ¡Como se va el tiempo! Besos y saludos.

  5. Si Ariel cumple 16 años yo tengo 13, y de arrocito, chicharos y tortilla nada, que se suena tremendos churrascos y si le da por cocinar suena tremendo lechón de jabalí con salsa de ciruelas. No le crean todo lo que dice……

  6. Siempre he creído en él, por eso lo quiero tanto, pero bueno, él tiene capacidad estomacal para todos esos platos.
    besos a los dos
    anita

    • Y también es un excelente cocinero, pues de casta le viene al galgo. Realmente el disfruta siempre ese plato de arvejas, arroz blanco y tortilla. Los chícharos le quedan fabulosos, quizás uno de los mejores del mundo, para no ser absolutos, el arroz lo cocina en cazuela y no en ollita eléctrica, con un pequeño toque a lo nicaragüense, delicioso para comer solo o con la fabulosa tortilla, cubano-española, en fin un plato de alta cocina aunque parezca TRIVIAL, PERO DELICIOSO SOBRE TODO SI SE ACOMPAñA CON UN AMIGO ESPECIAL, COSA QUE EL NO ME CONSIDERA, PUES YA, NUNCA ME INVITA A ESA DEGUSTACIóN CELEBRATIVA
      uN BESO PARA USTEDES.

  7. Todas las Generaciones de Cubanos tenemos muchos comentarios sobre todas la Micerias que atravez de 50 anos han tenido que Vivir y SOBREVIVIR ,hasta el nivel de Degradardarnos a convertirnos En Rateros y Delicuentes para poder Sustentar a nuestras Familias e Hijos .Pero Dios nos va !Ayudar! para poder tener La Libertad de Cuba..y que halla Democracia y tener nuestras Necesidades Cuviertas como Dios Manda.

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