Gustavo sudaba, a gotas, bajo el tejado de zinc caliente a las cinco y media de la tarde en la Ciudad Deportiva, en La Habana. Estaba adentro de una caseta, parado, frente a una camilla de masajes donde yacía boca abajo, una diosa desnuda, Osiris, campeona Nacional de Tiro con Arco. A pesar del calor Gustavo temblaba ligeramente.
Algunos dicen equipo femenino de Arco y Flecha, pero la Federación Cubana se llama al igual que la Federación Internacional: de Tiro con Arco y les molesta que le cambien el nombre.
Para seguir leyendo pinche sobre estas líneas
Filed under: cuentos | 3 Comments »